Autodeterminación de género y despatologización de la transexualidad

A finales de diciembre de 2022, el Congreso de los Diputados español aprobó una ley de importancia histórica fundamental, dando un gran paso en el camino hacia los derechos civiles. La llamada ‘Ley Trans’ incorpora dos de los grandes objetivos en los que se centran las reivindicaciones de la comunidad LGBTQIA+: la autodeterminación de género y la despatologización de la transexualidad.

 
En concreto, la ley, que espera la aprobación del Senado, permitirá, entre otras cosas, que las personas mayores de 16 años (al menos 14 con el consentimiento de los padres) puedan proceder a la rectificación de género sin autorización judicial previa y sin que esté condicionada a exámenes médicos o psicológicos previos que acrediten la presencia, en el solicitante, de una percepción de género diferente al sexo de nacimiento.

Desgraciadamente, este avance fundamental en la lucha por los derechos civiles se ve contrarrestado, precisamente en el ámbito de la autodeterminación de género, por el reciente bloqueo por parte del Reino Unido de la aprobación de una ley escocesa que habría simplificado el procedimiento de rectificación de sexo.
Sin embargo, el Primer Ministro de Escocia ha anunciado que el gobierno se opondrá enérgicamente al bloqueo del Reino Unido en defensa del proyecto de ley, con el fin de superar el actual proceso de determinación del sexo, excesivamente complejo e invasivo.

En el desigual panorama europeo, una cosa sigue siendo cierta: en las democracias liberales por fin empieza a moverse algo sobre los derechos de las personas trans y la necesidad de concederles plena dignidad civil.